Article.
Ígor Yu. Protsenko DOI 10.31558/1815-3070.2019.38.14 FACTORES HISTORICOS Y
SOCIOCULTURALES DE LA FORMACIÓN DE LA SITUACUÓN LINGÜÍSTICA DEL PARAGUAY Розглянуто
особливості білінгвізму у Парагваї, наводяться його диференційні риси щодо
подібних феноменів у інших багатомовних країнах. Поставлено питання чи на
справді можна характеризувати лінгвістичну ситуацію у крахні як білінгвізм, або
диглосія. Констатовано використання de facto справжньої третьої мови Jopará.
Розглянуто вплив історичних, соціально-політичний та культурних факторів на
формування самобутності лінгвістичної ситуації у Парагваї. Наводяться приклади
своєрідності іспанської мови та мови гуарані у Парагваї. Ключові
слова: білінгвізм, диглосія, «третя мова» Парагваю, семантика, лінгвістичні
контакти. En el artículo se hace el intento de
revelar las peculiaridades del bilingüismo paraguayo. Se plantea la pregunta si
es bilingüismo o diglosia. Se revela que de facto la situación lingüística del
Paraguay se caracteriza por la existencia de la “tercera lengua” del país,
Jopará. Se revela la importancia de los contactos culturales, históricos,
socio-políticos que influyó de la formación de la situación lingüística actual
en el país y el funcionamiento de los repertorios lingüísticos del español y el
guaraní en la sociedad moderna paraguaya. Se revelan unas peculiaridades del
español paraguayo y el guaraní paraguayo. Se analiza el bilingüismo paraguayo
desde varios aspectos socio-culturales. Palabras
claves: bilingüismo, diglosia, guaraní, “tercera lengua” del Paraguay,
semántica, contactos lingüísticos. The article attempts to reveal the
peculiarities of Paraguayan bilingualism. The question arises whether it is bilingualism
or diglossia. It is revealed that de facto the linguistic situation of Paraguay
is characterized by the existence of the "third language" of the
country, Jopará. The importance of cultural, historical, socio-political
contacts that influenced the formation of the current linguistic situation in
the country and the functioning of the linguistic repertoires of Spanish and
Guarani in modern Paraguayan society is revealed. Some peculiarities of
Paraguayan Spanish and Paraguayan Guarani are revealed. Paraguayan bilingualism
is analyzed from several socio-cultural aspects. Keywords: bilingualism, diglossia,
Guarani, "third language" of Paraguay, semantics, linguistic
contacts. Tal como la situación lingüística es un
complejo sistema multidimensional de los componentes que pertenecen a
diferentes capas, pero entrelazados con las relaciones de causa a efecto, una
de las finalidades de cualquier investigación dedicada al tema es revelar e
investigar: – la lengua de la mayoría y de la
minoría de la población en sincronía; – la potencia demográfica y
etnodemográfica de los idiomas desde el punto de vista de la penetrabilidad
étnica; – bi- o multilingüismo, o diglosia; – estado de la asimilación
lingüística, contactos lingüísticos; – características valorativas de la
lengua (prestigio del idioma). De los factores mencionados depende el
grado de la estabilidad y la fuerza de la lengua y cada uno de ellos exige la
investigación profunda y la explicación. La
finalidad del artículo es revelar e intentar contestar a la pregunta de si
la situación lingüística del Paraguay se caracteriza como bilingüismo o
diglosia, prestando atención al estado de asimilación de las lenguas en el
país. De hecho, tradicionalmente la situación
lingüística del Paraguay se caracteriza como bilingüismo que tiene sus propios
rasgos. Las
peculiaridades del bilingüismo paraguayo Las peculiaridades del bilingüismo
paraguayo, comparando, con otros países, inclusive latinoamericanos, como Perú,
Ecuador, Guatemala, Bolivia en los que las lenguas de quechua, aimara, náhuatl
(en las áreas rurales en el centro de México y a lo largo de la costa) son
nativos para la parte notable de la población, consiste en que el español y el
guaraní no están divididas por los grupos nacionales, no sociales, sino
funcionan simultánea dentro de una colectividad lingüística. Conflicto de las culturas de los
aborígenes y de la “cultura occidental”, provocado por el choque de diferentes
aceptaciones del Universo, experiencia de la vida llevó a la confrontación uno
a otro de dos sistemas de valores humanos, espirituales y culturales. Como
resultado la lengua de los conquistadores empezó a aceptarse como la lengua predominante
(superestrato) en todas esferas de la vida hasta hoy día y la lengua de los
aborígenes (substrato) se quedó exclusivamente para el uso en las familias,
para la comunicación en las comunidades que viven en los lugares poco
accesibles por desde el punto de vista de la situación geográfica y económica
de los países (la infraestructura de las carretearas poco desarrollada, etc.) o
en la literatura para añadir colorido nacional de la región. En el Paraguay observamos la historia del
conflicto, pero también, de contacto de dos mundos, dos mentalidades que
muestra Montoya en “La conquista espiritual” explicando que parezca obvio, la
historia de las Misiones (primeras fundaciones españolas) es de Guaraníes, no
de jesuitas (es decir, no de los europeos) La explicación del fenómeno dicho
consiste en los factores históricos, geográficos, sociales, culturológicos, es
decir, tienen carácter social. Ambas lenguas adquirieron sus propios
rasgos que se guardan hasta hoy día. Unos
rasgos distintivos del español paraguayo Las peculiaridades del español se revelan
en todos los niveles: fonológico, gramatical, léxico-gramatical,
léxico-sintáctico. En el nivel fonológico se nota la
influencia del substrato (el guaraní). Nasalización de las vocales que al lado
de las consonantes nazales (que es la ley fonética del guaraní): Ramón [ramõ].
Cambio de fonema [f] que es ajeno para el guaraní por la [j]. Lo que es más
destacado es la palatalización de la [r] en varias combinaciones con [d], [t],
al final de la palabra u otros. La pérdida de la fuerza (carácter
explosivo) del sonido oclusivo [b] en todas las posiciones. De eso en Paraguay
es la tradición no diferenciar las letras B y V. La B bilabial se llama ‘be
larga’ y la V labiodental (que en español clásico es ‘uve’) se llama ‘b corta’. En el nivel gramatical vale la pena
mencionar voseo y cambios
léxico-gramaticales que exige este fenómeno (ausencia de la forma de la segunda
persona plural, vosotros, en la conjugación de los verbos; monoptonguización y
acentuación de la última silaba de las formas verbales, p. ej. tenés en vez de tienes; nuevas formas
de los verbos; p. ej. sos en vez de
eres o es, vení en vez de ven o
venga, etc.) que se explica por carácter del español de Andalucía. Es que,
según los datos estadísticos, casi 60% de los primeros conquistadores fueron de
Andalucía con su propia forma de hablar y, además, tenían nivel de educación
baja, no aspiraban a mejorar su lengua. El léxico del español paraguayo abunda de
los arcaísmos: pileta en Grecia
Antigua ‘un recipiente para guardar el agua de lluvia’, actualmente en el
Paraguay significa ‘piscina’; cambios semánticos: playa ‘estacionamiento para los automóviles, lugar donde se venden
los coches de segunda mano’; el uso de los préstamos de las lenguas indígenas: choclo del quechua ‘maíz’, etc. Un papel
importante en la revelación de las peculiaridades del español en el Paraguay en
el nivel lexical juegan modismos, fenómeno en el que se nota la desviación de
los significados semánticos: el lugar
donde me sentí en vez de lugar donde nací, dame un poco en vez de dame, por favor, etc. (la información más
completa sobre los paraguayismos españoles se puede ver en la monografía del
autor “Situación lingüística del Paraguay. Paraguayismos en la novela “El
invierno de Gunter” de Juan Manuel Marcos”) (Protsenko). Guaraní paraguayo Guaraní no es la lengua
homogénea, tiene varios dialectos que se distribuyen en tres etnias. Hoy
consideradas en el Paraguay oriental: los Mbyá, los Chiripá (o Avá Katú) y los
Pãi. A pesar de esto la lengua del guaraní atrae en primer lugar por su forma
de expresar los sentimientos y describir la vida el mundo exterior. Siendo la
lengua aglutinativa, presenta la diversidad de los significados de las unidades
morfológicas en la combinación de las cuales aparecen las imágenes, metáforas
que permiten entender el mundo interior de los aborígenes y la mentalidad de
los paraguayos de hoy que entendemos como la mezcla, enriquecimiento mutuo de
las lenguas a través de las percepciones del mundo de varios pueblos que
pueblan el país. El descubrimiento de
América significa para el guaraní una revolución, por numerosas cosas nuevas
que llegaban. Como consecuencia la lengua se enriqueció con los préstamos,
calcos semánticos y sufrió varios cambios semánticos en los significados de las
palabras. Señalamos algunos de
ellos. El beso no formaba parte de las costumbres
del guaraní. La noción aparece con la llegada de los primeros que aplican en su
habla la palabra hetū – ‘oler,
percibir olores’ (actualmente en los diccionarios el significado para ‘besos’
sale marcado como el significado figural) (Guarania F. 224). Caballo.
Palabra totalmente desconocida entre no solamente de los guaraníes, sino para
toda América. El guaraní la aceptó en la forma transfonetizada kavayu (de hecho, igual que la cabra en
guaraní es kavara). Con la
apariencia de las monedas que trajeron los europeos guaraníes inventaron la
palabra pirapire, compuesta de pira ‘pez’,
pire ‘piel’: “piel de pescado” es
brillante al pescar y rasparlo salen escamas y esto es brillante como monedas. La
fantasía de los indígenas basada en la metáfora popular no tiene fronteras
hasta hoy día. A partir del el siglo XX la industria de aviación se desarrolla
muy activo lo que provoca la necesidad de nombrar las realidades de la
navegación aérea. Para
nombrar avión los guaraníes usan dos formas: guyra pepoatãnguéra y kuruzu
veve. La
primera guyra pepoatãnguéra está
compuesta de las unidades siguientes: guyra
‘pájaro’, pepo ‘ala’, atã ‘duro’, nguéra ‘todo junto’. Es decir, un ‘pájaro con alas duras’. La
segunda, que tiene la influencia notable de la religión kuruzu veve est[a
formada con las unidades lingüísticas siguientes: kuruzu ‘cruz’, veve
‘vuela’, es decir, ‘la cruz que vuela’. Lo
mismo observamos con la palabra helicóptero. Una de las opciones para nombrar
esta nave aérea es aceptar la palabra castellana intocable con diferentes
formas de la escritura: Oñeme’ẽ chupe
peteĩ auricular oñe’ẽ hag̃ua umi helicoptero-gua ndive ‘Le dieron
unos auriculares para que pudiera comunicarse con las demás personas en el
helicóptero’. Hiʼarive oñehendu hyapu
hatãiterei umi elikóptero ou ha ohóva ha upéva omonerviosopa enterovépe
‘El ruido ensordecedor de los helicópteros que llegaban y partían solo hacía
más tensa la situación’. (https://es.glosbe.com/es/gn/helic% C3%B3ptero). Pero
hay otra forma de la nominación, propia del guaraní, vevehajere que se compone de veve
‘volar’ y jere ‘girar’ que a su vez es transformación fonológica de la
palabra española. Ha, que en este
caso cumple las funciones de interjección, en la realidad se usa para
indicar el instrumento. Así, vevehajere
en guaraní significa ‘el que vuela usando algo que gira’. Para
nombrar el televisor se usa palabra ta’angambyry
proviene de ta’anga (ta’ãnga)
‘imagen’. La segunda parte de la palabra mbyry
posiblemente es mismo mbyry ‘poco’,
es decir, ‘imagen pequeña, objeto que presenta las imágenes del tamaño pequeños
comparando con la vida real), o es apócope de mombyry ‘distancia, lejanía, lejos’ que a su vez se interpreta como
‘el objeto que transmite las imágenes a distancia’. El
campo de la metáfora y otras “figuras” usadas en la creación de las palabras
añaden un elemento estético, matices liricas que subrayan la mente especial y la
sabiduría del pueblo y muestra percepción del mundo de la gente. Por
ejemplo, labio en el guaraní tembe
tiene valor general que vemos precisado en yrembe’y
‘ribera del rio’. Amistad
en guaraní es angirũ que proviene de anga ‘alma’ y irũ ‘compañero’, es decir, ‘compañero del alma’. Chorõrĩ significa ‘intestino, mondongo’ (Tovar, P. 50) que habitualmente se usa con el significado ‘pelo rizado’ (akã chorõrĩ ‘cabeza con el pelo rizado’)
en combinación con la palabra akã
cabeza nombra el pelo rizado, ‘cabeza del pelo rizado’. Pyragué ‘espía’, literalmente es ‘pies de pelo’, es
decir, ‘que pisa quedo’. Para
nombrar una pelota se usa palabra vakapipopo
que literalmente significa vaka
‘vaca’, pi (pire) ‘piel’, popo ‘que
salta, rebota’. Metáfora
juega papel importante en la toponimia del país. Una de las más grandes
represas en el mundo Itaypú tiene
significado la ‘piedra (ita) que
suena, que canta’. Loma pytã ‘colina
(loma) roja (pytã)’ por el color de la tierra que contiene mucho hierro y tiene
color rojizo-amarronado. Ñemby literalmente de ñe’e ñemimby: que por síntesis terminó en Ñeemby, luego en Ñemby.
Siendo su significado ‘hablar (ñe’e)
en secreto (ñemi)’. Según algunos
autores, su origen proviene de reuniones que se realizaban en el cerro Ñemby.
Según otra opinión el nombre del lugar proviene de ñe’e he’emby: que
significaba dulce (he’e) lengua, con
referencia al idioma guaraní que hablaban los aborígenes. Última unidad
lingüística posiblemente es síntesis de yvy
tierra y mb, sufijo que significa
totalidad, es decir mby tiene
significado ‘todos en este lugar’. La
reflexión de la mitología del pueblo guaraní observamos en los topónimos del
Paraguay. Una de
las más grandes represas del mundo se llama Yasyreta.
Este término de doble significado etimológico. La primera explicación así: y en el idioma guaraní ‘agua’, asy ‘difícil’, retã ‘país’. Resultado Yasyretã
es el país de aguas difíciles aludiendo a la dificultad que representaba el río
para la navegación, los saltos y correderas de aguas. La segunda explicación contiene
rasgos mitológicos. Yasy ‘luna’ y retã ‘país’, quedando ‘país donde nace
la luna’, haciendo mención a una leyenda indígena sobre una pareja de los enamorados
y una paloma blanca yerutí (Yasyreta) En toponimia a veces se nota la
influencia de las lenguas indígenas de los países vecinos. Por ejemplo, la gran
parte del Paraguay se llama Chaco, famoso por la guerra que tuvo Paraguay con
Bolivia en este territorio (Guerra del Chaco).
El vocablo es préstamo del quechua y es una deformación fonética de chacu, término que usaban para la denominar
a una práctica ceremonial de los habitantes del Sur de Imperio Inca. En el
Paraguay perdió su valor sacral y significa “la tierra de caza” ya que es la
tierra que abunda de fauna: tapies, jaguares, carpinchos, yacarés, víboras,
ciervos, osos hormigueros, monos, miles de
familias de pájaros, inclusive animales exóticos como tatú milita y tatú
carreta (armadillos), etc. Estado de la asimilación lingüística, contactos lingüísticos Así, como fue mencionado más arriba el
español del Paraguay tiene sus peculiaridades, guaraní, la lengua de las
imágenes, por su filosofía en primer lugar diferente del castellano
sobreviviendo se mezclan. Lo que lleva a la aparición de la “tercera lengua”
del Paraguay que solemos llamar Jopará
(Protsenko I. Yu, Pane L.). El fenómeno de Jopará es lo que caracteriza la
situación lingüística del Paraguay y se observa en las siguientes áreas: 1. Formación de palabras
nuevas en base de las raíces de los vocablos de dos lenguas. – en
la lengua coloquial de los paraguayos hay palabras en las que una parte es del
español, otra del guaraní: chamigo –
che en guaraní ‘mi’, amigo del castellano. Ejemplo del uso del
vocablo mencionado dentro del contenido del español encontramos en la novela de
Juan Manuel Marcos “El invierno de Gunter” (Marcos J. M. 76). Lo
mismo observamos en el habla del guaraní. En los momentos más difíciles, y de
mayor aprieto, un guaraní con estoicismo, sufriendo “callado” dice: iporãnte, chamigo, ndaipóri ivaíva
‘bien, mi amigo, no pasa nada’ (iporãnte
‘bien’; ndaipóri ‘no hay; ivaíva ‘feo, horrible’). 2. Guaranismos
con morfología y sintaxis del español. – a la palabra
guaraní se añaden los marcadores gramaticales del castellano: Casa llena de poras – es pluralización
hispanizada del guaraní pora – ‘fantasma’
(Marocs J.M. 214); – uso de las
partículas gramaticales del guaraní junto con unidades lexicales castellanas
igual durante del uso de una u otra lengua. En “El invierno de Gunter”
mencionado más arriba encontramos una frase: …esta ko’ es una ciudad
enorme… (Marcos J. M.
275). Partícula ko en guaraní frecuenta en las oraciones declarativas e intensifica
la confirmación. La frase dicha se puede entender así ‘ésta y no otra ciudad es
enorme’. Los campesinos paraguayos parece no tienen sentido del ahorro y la
previsión. De eso solemos escuchar en guaraní: “economía ko he’isẽ ja’upa voi la jarekomía ‘la economía es nada más
que comer todo lo que tenemos lo más rápido posible’[1] (economía – palabra española; -ko es componente expletivo de
afirmación; he’i ‘dice’ he’isé ‘quiere decir’; la articulo español y en guaraní ‘lo’; jarekomía ‘hagamos economía, comamos
todo lo poquito que tenemos’), plata’í
rãngue, iporãve voi plata’yete ‘en vez de tener poco dinero es mejor no
tener nada’ (plata del coloquial
español del Paraguay dinero; i
‘pequeño’ poco; rãngue ‘en vez de’; voi ‘enseguida’; ỹ sufijo de negación absoluta; ete
‘mucho’). Se come mucho por eso dice: Dios
nos guarde, he’i mboriahu okarnearõ ‘Dios nos guarde, dice un pobre, cuando
matamos la vaca’[2] (Dios nos dice en español; he’i
dice; mboriahu ‘pobre’; okarnearõ forma guaranizada del verbo
español carnear ‘matar un ganado’). Unos ejemplos
más. Comenzando por la vida de relación en el matrimonio un personaje es
renuente a este compromiso: na momboséo
che libertad ‘no quiero tirar mi libertad’ (mombo ‘tirar’; se sufijo que expresa el deseo de ejecutar la
acción; o sufijo de negación che ‘mi’; libertad en español), ndaikeséi compromísope ‘no quiero entrar
en compromiso’ (nda ‘entrar’; yke ‘lado’; pe ‘entrar dentro’). Los rasgos
individuales se notan en las frases: cada
uno oñe ha’ã ho’orãre ‘cada uno procura por sí mismo’ (cada uno en español;
oñe ‘se hace’; ho’o igual que so’o
‘carne’), cada uno oñatende va’erã
ikarton rehe igual que la frase anterior tiene carácter metaforico, se
traduce ‘cada uno tiene su situación’ (ikarton
la forma guaranizada de la palabra español cartón; rehe ‘por’). Para mostrar el fenómeno de jopará en sintaxis de la oración sacamos
unos ejemplos del cuento “Cárcel de arena” de la escritora paraguaya Lita Pérez
Cáceres. “… ningún po guasú del gobierno llegaba hasta allí” (Pérez Cáceres L. 25). Po en el guarani ‘mano’, guasú
‘grande’. En la forma metafórica se entiende ‘el que tiene todo el poder en sus
manos grandes’, ‘gran jefe’. “El agua allí es morotí sakã y corre rápido” (Pérez Cáceres L. 29). Morotí – ‘color blanco, blancura’, sakã – ‘transparente’. Lo
interesante de este aspecto está en que sería el origen del nacimiento de la
“tercera lengua”. Este fenómeno apareció de la relación comunicativa de los
adultos, quienes tenían que intercambiarse de las opiniones, defenderse,
luchar, pedir ayuda, etc., y no por una razón racial, como sería el mestizaje
biológico. En este caso observamos el mestizaje cultural. En Paraguay apreció
una nueva sociedad cultural que creó y usa su “nueva lengua” jopará. De hecho, la “tercera lengua” se
está hispanizando cada día más y más. Que se explica por los factores
socio-económicos. Con el crecimiento de la urbanización, cambios en la vida
económica del país, en búsqueda de las posibilidades de la formación de todos
niveles de la primaria hasta superior son más los hablantes que salen del uso
casi exclusivo de lo coloquial rural, donde el guaraní mantenía gran parte de
su coherencia intenta. Hasta cuando los repertorios nuevos
son semantizados inteligentemente y como podría hacerse una planificación
lingüística a partir de estos fenómenos lingüísticos, son otros problemas que
deberán quedar pendientes para el estudio y aclaración. El problema se agrava de una parte,
por falta de la norma funcional debido al continuum de los repertorios y usos
lingüísticos procedentes de los componentes del sistema lingüístico, y de la
otra, actualmente es sumamente difícil definir lo que es de verdad ésta
“tercera lengua” (la cual, sin embargo define la peculiar situación lingüística
del Paraguay), sus propias normas,
racionalidad del uso en diferentes actos comunicativos de la vida cotidiana, en
la prensa, en la literatura y hasta la idoneidad de su existencia frente
del problema del seguir usando cada de las lenguas estandarizadas, sin
mezclarlas, dependiendo de las normas, establecidas por la sociedad. Para analizar la situación
lingüística del Paraguay no se parte, pues, de la hipótesis del bilingüismo o
diglosia y no se buscan las variables sociales del uso de dos lenguas, sino se
intenta analizar como funciona el sistema del comunicación de una sociedad en
la cual hubo contacto de dos lenguas; no se presupone que funcionan dos lenguas
separadas antes de escuchar lo que realmente se habla. (Meliá 74). “Lo que se habla” en el Paraguay lo
determinan no solo los tópicos: quién habla, a quién, dónde, cuándo, sino –
y sobre todo – de qué se habla, estando en este de qué se habla subsumido
el problema del desarrollo histórico de los repertorios lingüísticos y modos de
decir actualmente en uso” (Melia, blanco, p 74). La importancia de este aspecto
subraya Rubin mencionando “el uso lingüístico en el paraguayo refleja la
historia del contacto cultural paraguayo y de la colonización” (Rubin 155;
Meliá 74) Dicho contacto cultural fue la base de la formación del bilingüismo
en el país en el centro del cual está la introducción de los repertorios
lingüísticos polarizados en una u otra lengua a través de usos sociales
diferenciadores y no conflictivos (Melia 76). La situación lingüística del
Paraguay es un fenómeno según el cual el paraguayo no elige su lengua, sino es
elegido por ella, en cuanto ésta le da sus repertorios necesarias, obligatorios
en caso de la expresión funcional (Melia 77). ¿Bilingüismo o diglosia? La situación lingüística del
Paraguay ofrece ciertos datos para levantar la polémica sobre cómo funcionaban y
funcionan las lenguas en contacto, si tienen el mismo valor, hay unas
preferencias de la una frente a la otra, si coexisten en el individuo en una
coordinación equilibrada o en una subordinación, si se interfieren socialmente
en un cuadro de tensión y de conflicto, y de insuficiencia mutua en la base de
lo cual se determina podemos determinar: bilingüismo o diglosia. Para contestar a la pregunta sin
caerse al radicalismo en las opiniones, hay que entender bien que “considerar
el español y el guaraní como lenguas separadas es recurrir a abstracciones”
(Melia 19). Bilingüismo paraguayo Hablando del bilingüismo paraguayo
Bartomeu Meliá lo tipifica desde el punto de vista de siguientes perspectivas:
la histórica, la cuantitativa y la psicosocial (Melia 20). Los que pertenecen a la escuela
“nacionalista” suelen manejar de dos esquemas principales: el mestizaje (factor
biétnico) y la colonia (factor bicultural). Los que defienden rol biétnco como
la explicación del proceso histórico-social se hacen arrancar el bilingüismo de
la situación de mestizaje, mestizaje propio de la temprana colonia: Así, este
hijo de dos razas aprendió dos lenguas desde su cuna” (Insfrán 61; Meliá 22). Aunque no es cierto. Los niños en el
proceso de su crecimiento aprenden la lengua a su propia manera. De su parte
adultos olvidan su propia lengua para satisfacer las exigencias que les ponen
las necesidades sociales y políticas. No hay nada
que ver con los genes. Aprendizaje es la base de todo el problema lingüístico.
El mestizaje no produce ni biculturalizamo, ni bilingüismo sin otros
factores propiamente culturales relacionados con los procesos de aprendizaje
lingüístico. En algunas colonias europeas en África se crearon situaciones del
bilingüismo relativo, sin recurrir al mestizaje, sino a través de los procesos
político-culturales. La ideología del bilingüismo
bicultural mantiene la posición de polarizar los términos de la relación
cultural: lo que se entiende en castellano y lo que es del guaraní. “Pero el español es una puerta de
comunicación y penetración cultural insustituible. EL guaraní es naturaleza,
verbo puro, código y látigo. El guaraní es la edad de oro del hombre, el
paraíso perdido. El español, hierro y bronce, “valle de lágrimas”. Por eso,
aquel es nostálgico y suave, y éste adusto y señorial (…) Así, desde los días
iniciales de la conquista, el español y el guaraní – idioma sangre,
cultura – entran en proporción diversa y variable, en la formación de un
nuevo pueblo. Dos sistemas de expresión, dos impulsos diferentes que son, a su
vez, productos de antinomias más profundas. Tesis y antítesis de un proceso
dialéctico ineludible, problemas y posibilidades, complejos y vivencias que
acaso esconden el secreto de un gran destino” (Jover Peralta-Osuna; Meliá 21). De eso proclaman la necesidad de un
“buen castellano” y la defensa de un guaraní “puro y castizo”. Sin embargo, la historia lingüística
es importante, pero en términos de cambios socioculturales, no genéticos lo que
es proceso dialectico de doble interacción de las lenguas. Bilingüismo cuantificado Según Bartomeu Meliá para la
tipificación del bilingüismo paraguayo hay que tomar en consideración los datos
estadísticos que muestran la distribución de la gente que domina una o varias
lenguas por las siguientes categorías: la edad, el sexo, la edad y sexo,
contraste urbano-rural, uso de las lenguas en el hogar doméstico, geografía
(proximidad y alejamiento de la capital u otros centros urbanos). La
información aparece en los Censos de la Población y Vivienda, está presentada en
los trabajos de los sociólogos y politólogos. Este aspecto no entra en el área
de nuestra investigación. Con los resultados están agrupados en el libro de
Bartomeu Meliá “la tercera lengua del Paraguay” (Meliá 26–58). Bilingüismo psicosocial La ideología del bilingüismo
biétnico está derivada con los factores históricos del mestizaje, dejando
aparte los factores sociales, psicológicamente aceptadas como expresión de la
homogeneidad sociocultural del país. Psicológicamente, español y guaraní
constituyen, cada uno por su parte, en la “lengua de “razón” y la lengua del
“corazón”, lo culto y lo íntimo. Antonio Guasch menciona: “el guaraní es “el
habla del compromiso y de la intimidad, del amor y del dolor, de una raza
legendaria sacrificada hasta el heroísmo…” (Guasch 11; Melia 59). “El pueblo
estudia y piensa en castellano, pero ama, odia y pelea en guaraní”, – dice Justo Pastor Benítez (Benítez 171; Meliá 60). Esta interpretación del bilingüismo
paraguayo no es nada más que la reflexión de la opinión sociocultural que es la
consecuencia de la coexistencia de dos diferentes creencias, aceptaciones del
mundo, mentalidades. Hablamos del sentimiento de ambivalencia con respeto al
idioma para los paraguayos. En la mayoría de los casos un bilingüe paraguayo
que habla en español reconoce la importancia del guaraní para todo el país. El
que prefiere hablar guaraní no deja de reconocer el poder, necesidad y la
importancia internacional del español tanto en el campo político-económico,
como en el cultural. Para mostrar lo mencionado más
arriba prestamos la atención a la literatura paraguaya en la que se refleja
todos niveles del habla de la gente del país. En la novela “El invierno de Gunter”
de Juan Manuel Marcos los protagonistas que pertenecen a la capa alta de la
sociedad paraguaya evitan el uso de los guaranismos, inclusive, en sus
comunicaciones entre sí el español de estandarizado, sin ningunas matices de
los paraguayos. Este tipo de gente en la novela actúan en los colegios,
iglesias, reuniones oficiales y otros eventos de la misma categoría (Marcos 135–146, 186, etc). Y al revés. Recordando las acciones
de la Guerra de Chaco el padre Cáceres, sufriendo del calor insoportable,
sufriendo del insomnio insulta irritado en guaraní: Aña’rakó peguaré ‘por el
coño del diablo’ (la palabra grosera coño
en este sentido se acepta como interjección y refleja la expresión usada para
exteriorizar malhumor o enfado, y para admirarse o quejarse de algo). Otra protagonista de la novela, la
profesora universitaria del español, reflejando su opinión sobre un libro exclama: Es un libro mbore … el autor no se da
cuenta de que cuanto más trata de hundirla, más la… tonto... En esta frase
se usa palabra del guaraní mbore que
se usa un con el carácter despectivo y significa ‘tonto’, ‘sin valor’, ‘de mala
calidad’. En la guarania mundialmente conocida
“Recuerdos de Ypacaraí” (de hecho la aurora es argentina Zulema de Mirkin) para
reflejar la caricia de un chico joven a su amante el usa la palabra en guaraní:
“Dónde estás ahora, kuñataí, que tu suave
canto no llega a mí…”, kuañataí
en guaraní es ‘chica joven, guapa, linda, doncella’. Que tu suave canto no llega a mí Todo mencionado más arriba nos hace
llegar al acuerdo que la situación lingüística del Paraguay se caracteriza como
bilingüismo diglósico: el castellano era y sigue siendo la lengua del poder,
del Gobierno, de justicia del Parlamento, del sistema educativo; guaraní, por
su parte, sigue relegando a la intimidad del hogar, de la confianza, amistad,
ira o rechazo. ¿En qué consiste la peculiaridad de
la situación lingüística del Paraguay? No es el único país multicultural que se
caracteriza por el bilingüismo. Y ninguna sociedad multicultural no carece de
diglosia. El bilingüismo hace la referencia a las relaciones de las lenguas,
mientras que la diglosia se refiere a las relaciones históricas, sociales de
cómo se aplican las lenguas en el uso social. Además, diglosia en muchos casos
es ideologizada, la tensión de ella puede ser minimizada (hasta reducida) a
usos estilísticos dentro de una sociedad: estilo lírico vs estilo científico o
administrativo, estilo rural vs urbano, estilo coloquial vs estilo profesional,
etc. En contrario, la diglosia puede ser realizada hasta convertirla a la
portadora del científico de las clases sociales. La estilística de cada lengua
se revela en el mismo ámbito social y crea en su movimiento dialectico los
ámbitos sociales y las situaciones diastáticas (sociolectos), diatópicas y
diafásicas. En el Paraguay, como mencionamos
antes dos fenómenos – bilingüismo y diglosia – están entrelazados
tanto que eso ha sido abierto el proceso de la aparición de la “tercera lengua”
del Paraguay que tiene nombre de Jopará
y contra la cual ahora estrellan los intentos de cuantificación y de
cualificación. La definición de Jopará todavía está en el proceso de
formalizarse. Por ahora con este término llaman guaraní paraguayo o guaraní
hispanizado. Desde nuestro punto de vista eso se estrecha el entendimiento del
fenómeno y dificulta desarrollar las investigaciones del español paraguayo
dentro como un componente valorativo del sistema lingüístico del país. De
momento consideramos Jopará como una “lengua abstracta”, como sistema
estructuralmente homogéneo y estandarizado, es decir más bien, como “un “continuum”
sincrónicamente gradual y diacrónicamente tendencial” (Meliá 73). Jopará: la “tercera lengua” del Paraguay Analizando desde este punto de vista
la situación lingüística del Paraguay no hace falta buscar variedades sociales
del uso de las lenguas, sino intentar analizar cómo funciona el sistema de
comunicación de la sociedad, sin presuponer que las lenguas existen separadas
antes de escuchar lo que realmente se habla. Bartomeu Meliá dice: “Lo que se
habla” en el Paraguay lo determinan no solo los tópicos: quien habla, a quien,
donde, cuando, sino – y sobre todo – de que se habla, estando en este
de qué se habla subsumido el problema del desarrollo histórico de los
repertorios lingüísticos y modos de decir actualmente en uso” (Meliá 74).
Resulta, que el paraguayo no elige la lengua, sino él es elegido por ella, y
ésta le ofrece los repertorios necesarios de su expresión funcional. En el Paraguay entre dos capas
distintas en que se agrupan: por un lado el español estándar – variedad de
nivel alto como comunicación internacional, uso oficial, técnico-académico,
literatura normalizada, la prensa diaria; por otro lado el guaraní vernáculo –
coloquial, culturalmente identificado con los grupos tribales hasta ahora a
veces autónomos, se establece un continuum lingüístico heterogéneo y variado a
la vez, que se extiende y abarca entre un español paraguayo y un guaraní
paraguayo y que por analogía con otras situaciones lingüísticas, como portuñol,
franglais, spanglish, etc. se califica como guarañol o Jopará. Es lógico que los aportes que ofrecen el español y el
guaraní no son iguales en la comunicación, ni se reparten igual. Pero la
cantidad de los términos de ambas lenguas está relacionada en la proporción
directa con el tema de que se habla, discernibles más en el habla que en la
lengua. Tal como el proceso Jopará es un fenómeno históricamente
gradual que se desarrollaba sectorialmente hasta construir un continuum más o
menos heterogéneo (que conforme a la heterogeneidad de los repertorios
lingüísticos exigidos por el acto de hablar de una u otra cosa) hay que tomar
en consideración el factor temporal, es decir, el periodo más o menos
prolongado de la estancia de un hablante dentro de un estilo característico del
campo semántico y estilístico determinado. El papel importante en este aspecto juega
la ocupación habitual del hablante, tal como ella determina la selección y el
uso de los repertorios lingüísticos necesarios estables y duraderos como para
un individuo tanto para el grupo o la clase social. Así, cuando sobre un
paraguayo se dice que es un bilingüe hay que tomar en consideración cuanto
tiempo él pasó en hablar español en guaraní y cuanto en forma de Jopará lo que a su vez depende también
del tema de que se habla los que se agrupan a las áreas semánticas más
importantes de la saciedad paraguaya: la religión, el parentesco, la política y
economía, la cultura. La potencia lingüística del guaraní en
el área de la religión se pierde poco a poco, aunque no se rechaza. Con la
llegada de los europeos la religión se “despalabra” en la nueva religión.
Existen unas transferencias semánticas estables en los vocabularios en ambas
direcciones: del guaraní al guaraní paraguayo: tupã, tupasy, tupao, etc. y del español al guaraní paraguayo: angel, kurusú, kiritó, etc. Pero se
observa que se opera es la reducción del área semántica religiosa del guaraní.
Es cierto que los misioneros usaban el guaraní en sus actividades religiosas,
pero tenían otras finalidades y otro contexto: descubrir a los paganos la fe
verdadera y para que entiendan bien sus misas estaban obligados utilizar los
repertorios lingüísticos del guaraní que con el tiempo se cambiaron a las más
tradicionales para la iglesia católica. Por ejemplo, la palabra Ñandejára en guaraní hoy día casi no se
usa, dejando la preferencia a Kiritó, guaranizado vocablo español de
Jesús Cristo. Lo mismo pasó con el vocablo Tupã
que en guaraní significa Dios Supremo. Los términos
del parentesco sufrieron la deforestación por la destrucción del sistema
familiar y social de los guaraníes, por las razones sexuales desordenadas de los conquistadores. Como
consecuencia cayeron en desuso los términos que definían la complejidad
estructural en la que, por ejemplo, las relaciones entre los hermanos del padre
o de la madre y de los primos o primas paralelos o cruzados tenían la
importancia primordial para los matrimonios y en el entendimiento del papel los
parientes cercanos. Muy pocas denominaciones sobrevivieron, pero fueron
sustituidos por los vocablos de otras lenguas. Por ejemplo, tamói en Mbya Guaraní significa ‘abuelo’,
fue sustituido por taitá que proviene
del quechua o por agüelo del
castellano. Los términos para nombrar nietos o primos del segundo o tercer
grado ni se recuerdan como sonaban, aunque subsistían en la sociedad. En sector social y económico se
observa lo mismo con la predominancia de la “modernización” de los nuevos
repertorios lingüísticos, en principio en forma de hispanismos. La capa cultural se guarda más que
otras por el papel importante que juegan las tradiciones, costumbres populares,
la mitología en la sociedad paraguaya. Por ejemplo, la palabra guaraní karaí que en durante la época pre
jesuítica tenia significado “bendecido” y se usaba para nombrar a la gente la
misión de los cuales era explicar carácter malo del mundo y expresar la
certidumbre de que existe la posibilidad de conquistar el mundo bueno, La Tierra sin Mal “Paraíso Terrestre”
(Marcos, 41), con el tiempo se cambió su semántica y significa ‘dueño’. Más
tarde así empezaron a llamar a los españoles como ‘dueños del mundo’ y la
lengua español hasta ahora en guaraní es karaiñe’e
(ñe’e lengua, hablar’). De hecho, hay que mencionar que “la
tercera lengua” está cada día más hispanizada por la cantidad de los que suelen
usar el castellano en la vida cotidiana, incluso su forma coloquial en alguna
zonas rurales, cercanas a las ciudades importantes económicamente hablando, en
las que gran el guaraní tradicionalmente mantiene gran parte de su coherencia
interna. Guaraní paraguayo es trabajado
actualmente en varios niveles, escolar y universitario primeramente, aparecen
diccionarios, gramáticas, obras literarias, etc. Español paraguayo del día al
día fortalece su posición como una de las variantes
del castellano clásico, estandarizado. Al tema de los paraguayismos prestan
atención muchos lingüistas y antropólogos como en el Paraguay, tanto y
en el extranjero. El problema que queda es la normalización de esa “tercera
lengua” en el cual se define la peculiaridad de la situación lingüística del
Paraguay. El género del artículo no permite
descubrir todos aspectos del tema mencionado. La intención de este trabajo es
llamar la atención, provocar las discusiones dentro del mundo de los
investigadores a rescatar más detalles específicos del habla paraguaya. Los
resultados de los logros sacados de las investigaciones serían
indiscutiblemente útiles para los historiadores, antropólogos, filólogos,
traductores, profesores del español y de Civilizaciones de América Latina en
general y del Paraguay en particular.
[1] De hecho en esta frase refleja la mentalidad de
los guaraníes: comer todo sin dejar nada para mañana porque no sabemos si mañana
llega; para que dejar algo si no sabemos si podemos usarlo.
[2] La carne produce para comer y vender, igual que
los cueros del ganado vacuno.
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Надійшла до редакції 15 жовтня 2019 року. |